La Terca (Colectivo Artístico)

"La misión del artista es alumbrar el camino del pueblo" Suma Paz

¿QUÉ ES LA TERCA?

La Terca es un espacio para compartir experiencias e intercambiar expresiones artísticas, enseñando y aprendiendo de las prácticas, críticas y aportes realizados por nuestros compañeros. Nuestra experiencia nos demuestra que producir de manera social enriquece el proceso creativo. Por eso decidimos darle vida a este colectivo artístico heterogéneo, compuesto por artistas noveles que buscamos promover la producción local, estimular la creatividad, experimentar géneros, discutir perspectivas teóricas, desafiar las cosmovisiones estéticas dominantes, intervenir el espacio urbano derramando arte en las calles y, partiendo de temáticas cotidianas para la producción artística, buscamos llegar a cada rincón de la sociedad.

El Manifiesto Artístico Liminar es nuestro punto de partida. Desde ahí en adelante, está todo por ser creado, por ser propuesto, por ser construido a través de nuestras propias contradicciones internas, donde se manifiestan las contradicciones del mundo en que vivimos. Esa es la esencia de nuestro colectivo. Sus puertas están abiertas para que las atraviese todo aquél que sienta en el corazón la necesidad de transformar y transformarse, transformando.

¿Quiénes somos?

Somos un grupo de estudiantes, jóvenes amantes del arte en todas sus expresiones. Nacimos del corazón de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, de sus distintas carreras, y nos une la necesidad de compartir, pensar y producir arte de manera colectiva e interdisciplinaria. A partir de la idea inicial de editar una revista homenaje a los 100 años de nacimiento del poeta español Miguel Hernández, fuimos construyendo, a partir de diversas reuniones de debate e intercambio de materiales, las bases principales de este proyecto. Nuestra primera presentación en público fue un trifolio, editado el 16 de Septiembre del 2010 en homenaje al 34ª aniversario de “La Noche de Los Lápices”. A partir de ese momento, nada pudo detener nuestra adicción al arte.

¿En que creemos?

Creemos que el artista es expresión de un contexto socio histórico y no puede ser ajeno a él. Nos proponemos compartir, crear, intervenir, teorizar y transformar el arte en nuestra provincia.

Todo artista tiene una responsabilidad social, nosotros lo sabemos y nos hacemos cargo de ella. Todos tenemos derecho al arte, es por eso que consideramos fundamental acercar el arte al pueblo, responder a sus necesidades, y comprometernos con los acontecimientos sociales más relevantes de nuestro contexto.

jueves, 3 de marzo de 2011

¡COMIENZA UN NUEVO AÑO!

¡¡Terminamos las vacaciones!! Dentro de poco nos estaremos reuniendo de vuelta.En este blog está disponible todo lo que hicimos el año pasado, más nuestro Manifiesto Artístico al final.
¡A no dejar de crear ni pensar propuestas e ideas nuevas para la Terca!

CREO QUE CON UNA PALABRA PUEDO DECIR MIL COSAS

 (ANIVERSARIO DE LA TRAGEDIA DE CROMAÑON)

Poderoso triturador detén tu destrucción
¿Piensas en tu ser?
¿Sientes a tu ser?
Estrepitoso aparato sigues fusionando
Granos de difusos matices, si es que solo eres pasajero que nadie espera,
Trastornas las ficciones del ortodoxo letargo, ya no esperas ahora actúas,
Estados de ánimo de diversas personalidades, todos ellos eres tú,
Agujas tajantes presionan tu renovada libertad

La noche llegó sin preguntar
Se instaló en las sombras donde solo los poderosos pueden sobrevivir
Donde los débiles sueñan con ese destello solar que los salve
La noche llegó sin preguntar
Y te encontró sentenciado a ser feliz en sus brazos
Regocijado de bienestar en sus penumbras disfrutas de tu reino
Destellos solares amenazan
Tu pluma te libera

Callejero
Noches de calor vivimos juntos
La luna nos acompañó aquella noche
En tu rostro vi la ilusión del querer
Tu destino no me dejó escapar atado quede
La majestuosidad de sus acordes transitó nuestro dolor
198 pétalos robaron de la preciada rosa juventud
30 noches esperaste para escucharlos
No creo en el tiempo que con trampas fomenta al olvido
Licuadora de imágenes, no arrastrarás a los invisibles
La brisa te trajo hasta mí
 Perfume callejero
Plasmando lágrimas y sonrisas
No dejes hermosa fragancia de deleitar
Hoy no olvido ni perdono tus pétalos caídos
Preciada flor de colores sicodélicos llévame.

 
Sentimiento inagotable e inexplicable.

Es difícil, asfixiante diría pero sucedió,

Pero fue pensante, siempre lo es.

Es la pasión de escuchar a la banda que te da

Vida y esperanza, en donde crees que ya no la hay.

Te prendes fuego, sin fumar, es llorar sin lágrimas,

Es amar sin que te amen.

Buscándole melodía a ese silencio mudo, y

Que importa si morís , si te lastimarán,

Si ya te lastimaron mil veces.

Pocos lo entienden y los que no te tratan de loco,

Y te quedas tieso pensando si lo estas.

Y lloras pegándole a la soledad con un trago
de alcohol

Pero las heridas no cicatrizan por que se salan una vez mas.

Y todo comienza una vez mas, y naufragas al compas de tu soledad.

Sueños
Contra reloj vuelves atrás tu mirada
Llegas tarde hacia tu destino
¿Detenerte al llamado del despertador?
Viendo sus dibujos extrañas tu imaginación
Y ella solo sonríe
–extraño tu imaginación
Las campanadas ya quedaron atrás
Te acobijas en su locura, como antaño,
Cubriéndote de felicidad perpetúa
Entrelazados por un mismo suelo, solo siguen su camino,
El tiempo esclavizarte no pudo
No existe reloj
No crearon campana
Que pueda con su hermosa figura
Y en tu imaginación ella es reina
De tus ficciones más dichosas.


 Intenté contarte todo sabiendo que no escuchas; mostrarte los lugares en los que te encuentro cada vez que caigo en la cuenta de que no te tengo. Siempre dando vueltas a la claridad; siempre rastreándome.
  Al encontrar las catedrales cerradas, siendo la alquimista más profana e inocente, querré entregar los años que me quedan los que he (bien o mal) vivido, para que los querubines de las puertas permitan que vuelvas y que te hagas viejo.
  Y como una tonta, desearé creer o ser mucho más fuerte y valiente. O bien consideraré hacerme cobarde como para irme sin encontrarte ni a vos ni a nadie.
 
UNA PALABRA
                                         “Creo que con una canción, la tristeza es más hermosa;
                                         Creo que con una palabra puedo decir mil cosas” (Creo by Callejeros)

  Hace un año o dos, tal vez tres, escuchaba los vestigios del noticiero hablando sobre el caso de Cromagnon. En algún momento escuché la fecha de la tragedia, porque escribí algo sobre lo cercanas que parecen las catástrofes aunque los años pasen. El tema explotaba una y otra vez, eso lo sabemos.
  Se repartieron culpas por doquier; que el gobierno, que el dueño, que el de la véngala, que la seguridad, que la juventud de hoy, que la banda, que los padres… Sucede que si miramos al presente todavía hay muchos chicos que salen para morir en las manos incorpóreas (que tienen asistentes de carne y hueso, y frío metal) del egoísmo, la irresponsabilidad, la violencia, la presión, la desinformación. Así parece que estuvimos tan ocupados cazando las brujas que nos olvidamos de romper el hechizo.
  En fin, la situación la podemos cambiar solamente si trabajamos juntos, de la manera que sea. Entonces, si nos comprometemos, tal vez podamos hacer un gran acto de vandalismo, una obra de arte colectivo si se quiere. Mi propuesta es que cada uno escriba una sola palabra que nos remita a la tragedia de Cromagnon. En el mismo evento en el que estamos ahora; en un bar, en un baño público, en un boliche, en alguna vereda o pared; en la superficie que se les ocurra, con lo que tengan a mano. Yo me hago medio responsable (la otra mitad de la responsabilidad es suya, por hacerme caso).

ELEGÍA A MIGUEL HERNÁNDEZ

OJERAS VERDES
Estábamos tomando de una copa rota
Saltábamos la oscuridad al abismo del placer.
Y te perdí por tantas vueltas
Y te encontré en una de esas,
Ya no quiero volver a ser,
Solamente me quiero perder.
Pero tus ojos se ahogan
Y se oscurecen cada vez más.
Pérdida por pérdida me cuesta encontrar,
Tirada ya no puedo pensar,
Sutil me cuesta llegar.
Y todo fue una línea
Que empapeló tu ciudad,
Sangrientos ojos se enfurecen
Por vernos brindar.




DIALÉCTICA DE LA PAZ
"Es preciso matar para seguir viviendo"
Miguel Hernandez
El silencio absurdo
oculta eternos gritos de libertad,
la tranquilidad del cielo
gesta en su vientre nuestra tormenta,
la ceguera del mundo
encubre la visión de su futuro,
la hipocresía del abrazo
nos condena a morir enfrentados.

Miles viven de la gula
para que millones mueran de hambre,
los que lucran con la guerra
nos enseñan a hablar de paz.
Hoy pisamos las mismas huellas
que el poeta que no cesa,
Luchamos para morir libres,
matamos para poder vivir.
La dignidad, en el Capitalismo,
es sinónimo de Revolución.
 
HIJO DE LA REBELDÍA
“Para el hijo será la paz que estoy forjando”
Canción del esposo soldado-1936-1937

Bajo el sol de Alicante herido
Brillo una luz desde los terrones secos
donde el silencio ha sido perdido
donde todos los gritos encontraron ecos.

Hijo de la rebeldía y la pobreza
don la miseria de un mendrugo en la mano
don el trabajo pagado con tristeza
en medio de los surcos sin verano.

Entre las ásperas rocas de los montes vivientes
con un libro como único equipaje
y el cayado entre alas ardientes
escribiendo versos de abismales viajes.

Te amamantará el ansia por la vida que defiende
no solo los intereses de una clase austera
que a pesar de la nostalgia por la tierra que pretende
lleva la verdadera libertad como bandera.

Aciagos augurios te desgarran el destino
como el mar que a veces se aquieta y es bravío.
Tú sabes que ya elegiste del poeta el camino
y tu corpórea debilidad sucumbirá por el mortal frío.

Y aunque pétreos centinelas te custodien la presencia
entre duros barrotes tus versos rebelados son aves
que buscan atajos hacia una mejor existencia
donde el pueblo poseerá de su patria las llaves.

Ya no eres barro, Miguel, eres esencia
de miles de voces, impregnada por tu valentía.
Eres defensor de los sueños de resistencia
de todos quienes somos hijos de tu rebeldía.
 
LOCO SILENCIO
Tengo tu silencio en mi cabeza,
Tus manos en mis cuerdas,
Voy viajando en mis sueños
Son noches sin estrellas.
Y vi mi sangre ahogarse en el agua lenta,
Son mis hijos que no nacen
¿Son cuchillos, es mi arte,
Es el tiempo o la muerte?
El que se ríe entre dientes
Se devora o se miente.
 
HAMBRE
Fue el estruendo de tus tripas
ardiendo en el vacío
la semilla que elevó tu cuerpo
hasta el cielo de una trinchera.

Fue tu estómago furtivo
de escasas cebollas digeridas
quien encendió el fuego
de tu arrebato libertario.

Tu sangre derramada en el campo
es el rojo grito que hoy inspira
estas lágrimas que nunca olvidan
la justicia de tu pluma y tu fusil.

 VEREDICTO 2
  Ya se me hace que vivís con cada día de los míos, que has amado como amo, que has sufrido lo que me duele. Y parece que en cualquier rato voy a salir de mi pueblo, ese de mentes mucho más pequeñas que Orihuela, a enlistarme en la mejor esperanza que encuentre. Moriré luego, tal vez no con tuberculosis, tal vez no entre cuatro paredes infranqueables. Pero sí con los pulmones cansados de gritar cuando se precisa; con la libertad en la punta de los dedos, queriendo apretarla con todo el cuerpo; con los labios sedientos ansiando un beso; y - ¡Dios no quiera! – en el encierro de un mundo que se disfraza de abismos infinitos.

 ¿SI FUERA EL DINERO SAL?
¡Esto no da para más!
El mundo está más perverso,
Desaparecen niños, las madres
Lloran, o simplemente los venden,
Los hombre ya no miran para
Ayudar sino para robar.
Si hay alguien que pide,
Sienten pena o desconfían,
La tierra sufre, se intoxica
Cada vez más, y detrás de
esto ¿hay un culpable, un
Homicida, un demonio?
La verdad, la respuesta
Es simple: es el dinero
Que da poder ¿Pero
Si éste fuera sal?
Se pusieron a pensar.
Yo sólo una cosa
Sé, sea dinero o sal
La naturaleza, la vida
Y la libertad valen
Mucho más.
 
VIVE!
(Como Ramón Sijé a Miguel Hernández, a mí,
en Pichanal, su pueblo y el mío, se me ha muerto
Matías Quesada, a quien tanto quería)   
Pasé y vi la leyenda en la pared, el conjuro que lo inmortaliza. Me pareció injusto en ese momento, no dije nada, no supe escribir. Los dos segundos me parecieron eternos, el tiempo transcurrió normalmente en el mundo entero.
  Hace más de un año que me resigne a no verlo, o a no poder contar cuando lo encuentro. Hace casi un año que leí esa pared que habrá llorado mucho.
  Así, tirada en la cama una tarde de calor, con el estomago medio vacío, con la mirada en las cortinas movidas por el viento, desmadrada momentáneamente, me acuerdo de todo lo que sé, pienso en que no nos lo quitaron. Sí, vive.
  Aunque falte en la calle de mi casa, cada vez que hago una visita y lo espero en la ventana. A pesar de que nunca volvió a ir al laburo, ni a estudiar, ni a bailar, ni a su propio hogar.
  Vive mientras los niños de pecho se revuelcan en sus camas todavía vivos. He de tener deseos inconmensurables de que se tome su tiempo la parca para llevarlos, para que agonicen miles de veces, para que recuerden; para que se les enferme el cerebro una vez que se les pase el efecto de tanta anestesia, de tanto escaparse. Porque él vive en las patas de las hormigas que consumirán sus cuerpos viejos, castigados e impíos, incluso peores que el mío.
  Todo lo digo con resentimiento, es cierto. No hay más que sentir por los ladrones, los pequeños tiranos, los bastardos. No hay más que ver si la próxima vez podemos evitarlo. Para no tener que mordernos los labios aguantando el dolor de los días en que golpea la ausencia.
  Como si fueran a leerlo, llamo a todos los mutilados a seguir regando esa tierra con cera de velas y risas que lo traigan siempre de vuelta. Pongan más flores, de las de verdad y de las de plástico, y cigarrillos, jugo e historias. No olviden lo que ha sucedido, que siempre quede quien se pregunte qué pasó y qué habrá sentido.
  De su covacha va a nacer un árbol, y del árbol infinitos frutos sin veneno, para que sigamos alimentándonos y creciendo, caminando, cantando, escribiendo. Siempre jóvenes como él, se nos hará imposible guardar silencio; me imagino que diremos todas las palabras que (a Matías) le quedaron atrapadas en el pecho. Y entonces ¡qué venga alguien a decirme que está del todo muerto!


UN ACTO DE CREACIÓN

(HOMENAJE A GALEANO)
MADRE

              Caminé, trescientas horas ,
              Y lloré,
              Vos vendiste muchos llantos
              Caminaste más que yo.
              Yo pensé que me odiabas,
              Pero era solamente,
              Ese maldito  fantasma
              Que tiró de tu inocencia
  Eran esos ojos siniestros
  Que marchitan espejos triturados
  Hoy lo encerramos y fue
  Tan preciosa tu felicidad
  Que brindamos
  Por muchos años más.
  Dulce niña de poesía añeja
  Abrazaste a tus hijos,
  Y enterraste lo siniestro.
 
A los corchitos

“Decile a… decile a  alguien que estoy aquí”
Eduardo Galeano

A ti, niño de pies de barro,
Te buscan mis palabras sin poder encontrarte.
Entre el hambre
Y la desnudez de la injusticia
No hay metáfora que disfrace tu dolor.

A ti, niño de lágrimas secas,
Te persiguen fantasmas de una historia sangrienta.
Deshidratado está tu vientre
Por la avaricia soberana,
Ahogados tus ojos en el mar de la desolación.

A ti, niño de manos calladas,
Encadenado está tu corazón al silencio del estigma.
Sobre tus hombros débiles
Cargas las invisibles cicatrices
De quienes te juzgan sin comprender tu opresión.

A ti, niño de infancia mutilada,
Te queda en el camino la ilusión de la desesperanza.
Una maraña de hastío, te espera la nada,
Si las manos de quienes te apuntan
No luchan unidas por la revolución.

A ti, niño de muda condena,
De futuro sombrío, de ayer sin memoria,
Hoy disparo mis versos
Como fusil que libera
Para que tus silencios mueran con mi voz.
 
YO QUISE HACER DE LA TIERRA UN PARAÍSO PARA TODOS Y LA HICE UN INFIERNO PARA MI”
Simón Rodríguez

  Lágrimas de salvia lavan su maltrecho y juvenil rostro, embarrado por tormentos de violencia y trincheras.
Vagando de norte a sur, cargando con su cruz.
     No pueden apagar su luz, siguen brillando estas luciérnagas luctuosas, alumbrando las sombras donde fueron olvidados. Si hasta ellos por momentos olvidan que fueron el pasado, son el presente y serán el futuro.
 Entidades oprimidas, corazones de hojalatas, pagando sus desdichas. Ángeles descalzos, caminantes del dolor, en uno y mil suspiros suplican su perdón.
 
Eduardo

Tomaste en tus manos
La reconstrucción de nuestra historia,
Entre héroes anónimos inscribiste memoria.
Criticaste conceptos, alumbraste caminos
Y todo con la mirada de un hombre del río.
Eres corriente que arrasa los relatos ajenos,
Con tus letras sembraste semillas de sueños
Cuyos frutos no pueden ser decomisados,
Sembrados por campesinos de manos callosas
En tierras luminosas por el alba,
Abonadas por cuerpos sin nombre
Y regadas con sangre de mártires.
Ni siquiera la United Fruit Company
Pudo cosecharlos,
Pues encierran en su carne el antídoto al olvido,
A la invasión del imperio,
A la dependencia “soberana”
De países americanos.
Fruta jugosa que los jóvenes desean comer.
Transfundiste rebeldía al no cerrar la boca
Que armadas maniobras quisieron acallar.
Economizaste fantasías e invertiste en realidades
Muchos bancos intentan hacerte quebrar,
Pero tus manos que ahora denotan los años
Sigue empuñando la letra que rasga el papel
Y escribe con ansias la palabra ¡libertad!
¡Eduardo no dejes aún de batallar!
 OVEJAS

No hace falta otro héroe
No vale la pena soñar
Ya no busques imposibles
Mejor ponte a laburar.

Vení sentate conmigo
Miremos juntos juntos el Bailando
¿Qué buscas viendo las noticias?
Si ahí nada nuevo están pasando.

Acomódate al conformismo
Total nada va a cambiar
Si ya está el circo armado
Y no tiene marcha atrás.

¿Qué sabes vos de política?
¿quién a vos te va a escuchar?
Si sólo somos ovejas
Y ellos los dueños del corral.


LA NOCHE DE LOS LÁPICES

OJOS DE MARFIL
 
ojos que no ven
ojos que ven sin ver
pupilas resistentes
iris deteriorados

Corazones que lloran
niños cantando
penas vivientes
inocencia pura

Dolor punzante
Ausencia que se hace presente
Mar que encierra secretos
misterios de carne y hueso
sepultados bajo el agua

Ojos que no quieren ver
Ojos que no ven
venas rojas en el marfil

Agua salada que corre
por nuestras mejillas
como el agua de la lluvia
como el agua del mar
en un silencio abismal

HOY

No caminas por pasillos y patios
Interminables testigos de muda emoción
No recorres pupitres o bancos
Buscando posiblemente el amor
No juegas a ser adolescente
Entre los imperativos de la gente
Eres sombra…
Que se esfuma, etérea,
Entre ojos semicerrados por la capucha,
Entre llantos quebrados de compañeros
Entre luces, gritos y botas ávidas de sangre y vida.
La tuya, la mía…
Ya no hay luchas ni pedidos
Solo ruegos y gemidos…
¡Gritos!
Mira y escucha pues la muerte no lucha
Siempre vence al caído
Y todo, todo ha sido
Por tu gran valentía, por pelear en la vida
Por una escuela mejor,
Y hoy cuando te nombren: estarás ausente
Porque alguien que teme
Tu furia combativa y esas ganas de vivir.
Hoy, debes morir porque tiranos te condenan
Y lo que no pueden quemar en la hoguera
Lo hacen desaparecer…
Más en un próximo mañana
Miles de jóvenes tomarán
Tu lugar en la pelea
Y aunque miles de ideas les lluevan
Solo verán en tu historia
Un llamado a la memoria
Que no pueden desoír.
Hoy, estás aquí, ¡Presente!
Y retumbas en la mente
De quien sigue tus banderas y
De quien aún en estos días
Busca la tiranía porque sigue temiendo al fuego
Que arde en cada uno.
Que a pesar de ser alumnos
Iluminan el futuro
Con su fuerza estudiantil…
 
¿CÓMO ES?

Las palomas encuentran
                                                   agua
                                                             en las grietas de la calle
en las sombras de sus plumas

del pico les sale un lenguaje suave
una imitación del silencio

y cómo es el silencio?
preguntaron ellos que habían nacido
en épocas de manifestación
                 de carnaval
de gobierno democrático

todos hacían ruido
en los hospitales había mucho ruido
en las escuelas
y en la cabeza de la gente
    estaban demoliendo el mundo

y cómo es el silencio?
preguntaron los que no lo conocieron
con el corazón en la cabeza.
 
ESTÁN
 
              Son sus ojos los que repudian la injusticia.
              Son sus voces las que gritan nunca más.
              Son sus manos las que agitan las banderas.
              Son sus pies los que caminan nuestras aulas.
              Es el recuerdo de su historia el que hoy llena las calles de estudiantes dispuestos a luchar.

TAMBIÉN FUE NUESTRA NOCHE
“Mis ojos, sin tus ojos, no son ojos”
M. Hernández
 Mis lápices, sin tus lápices, no son lápices,
Son sólo un trazo efímero que se evapora en la nostalgia.
Mi grito, sin tu grito, no es un grito,
Es sólo un murmullo mudo que se ahoga en el ayer.
Mis manos, sin tus manos, no son manos,
Son sólo una amalgama de huesos, sangre.
Mis palabras, sin tus palabras, no son palabras,
Son sólo una musa de letras muertas.
Mi lucha, sin tu lucha, no es lucha,
Es sólo un grito silenciado en el hambre.
 Mi libertad, sin tu libertad, no es libertad,
Es sólo una careta más de la hipocresía humana. 

VEREDICTO

Tu nombre es una ausencia,
que se cura solamente,
cuando los fantasmas de tus lápices
crujen en las banderas.
Se te ajusticia cada vez que tu rostro
Brilla en ojos jóvenes,
Mostrando que siempre siempre estás luchando,
Que siempre siempre sos adolescente.
Entonces sigue la guerra,
Estallando los cuadernos,
Ante los ojos incrédulos de los que pensaban
Que te callarían con la muerte.
Seguí nomás, haciendo lo que te queda,
Los gritos eternos,
Nunca inocentes,
Nunca culpables.